Planes de urbanismo y futuro sostenible

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El Plan General de un municipio constituye la principal herramienta para proyectar el mapa futuro de su ámbito territorial.

La administración local, la ciudadanía y los técnicos redactores, son los agentes que llevan a cabo la definición de estrategias de conservación y desarrollo, correspondiendo a la administración autonómica la evaluación de su incidencia medioambiental.

Avanzar no significa necesariamente crecer. Proteger exige encontrar modos de gestión que permitan conservar el patrimonio de un modo efectivo. Zonificar requiere poner en juego mecanismos que garanticen la cohesión social y aborden los retos del cambio climático. Por otro lado, el procedimiento debe atender a la seguridad jurídica de los implicados, lo que conlleva procesos largos y complejos administrativamente, difíciles sobre todo para los pequeños municipios, llegándose en ocasiones a la aprobación de planes que han quedado obsoletos por cambios del ciclo económico o nuevas demandas sociales.

Trabajamos con ayuntamientos de la Comunidad Valenciana en la definición de estrategias urbanas sostenibles, aportando nuestra experiencia para la redacción de planes de urbanismo, desde el conocimiento de la legalidad vigente y el proceso administrativo requerido.

Estrategia y participación

La planificación urbanística genera documentos legales vigentes a largo plazo y, para que resulten eficaces, se requiere integrar múltiples dimensiones del desarrollo urbano, a sabiendas de que se producirán cambios sociales, económicos y medioambientales que alterarán las coordenadas iniciales.
Hay aspectos que funcionan como garantes de la incardinación en el territorio, especialmente la infraestructura verde, y otros que responden a retos transversales para la sostenibilidad de todo el planeta: el ciclo del agua, la eficiencia energética, la contaminación…

Habrá que definir hasta dónde llegan los límites del suelo sellado, hasta dónde las zonas para nuevos desarrollos, qué elementos de arquitectura se protegen pero también qué lugares y paisajes tienen valor. Y repartir el suelo de la ciudad, con seguridad jurídica para los propietarios, con garantías de estándares dotacionales suficientes, proyectando barrios donde se mezclen gentes y usos con perspectiva de género y fomentando identidades colectivas.

La ley vigente contempla la participación ciudadana en distintas etapas y resulta imprescindible que no se quede en un mero trámite, porque el proceso se enriquece enormemente cuando la población tiene posibilidades reales de comprender lo que está en juego en cada uno de los aspectos que se plantean, único modo de que tenga posibilidades reales de elegir y proponer, haciendo suyo tanto el plan como su desarrollo. Se debe garantizar en todo momento el derecho de información de la ciudadanía y de los colectivos afectados, fomentar la participación con criterios inclusivos y atendiendo a la diversidad en todos sus modos.

Metodología para la redacción de planes de urbanismo

La redacción de un plan urbanístico hasta su aprobación definitiva, o la revisión del mismo, es un proceso complejo (y complicado) que requiere un equipo multidisciplinar formado por arquitectos, ingenieros, técnicos medioambientales, especialistas en patrimonio, arqueólogos, etc.
Los trabajos se realizan estableciendo una coordinación continuada y rigurosa con los equipos municipales (políticos y técnicos), elaborando estrategias de participación ciudadana efectiva y coordinando la información recabada de los distintos organismos implicados.

Fase inicial: análisis y diagnóstico

Partiendo del conocimiento de la realidad en todos sus niveles (medio físico, demografía, estructura socioeconómica, valores a proteger, riesgos…) se elabora un documento que plantea los objetivos del plan, así como su pertinencia, y estudia las repercusiones que tendrá para el medio ambiente, valorando para ello diferentes alternativas.

Sobre esta base se realizan consultas a los ciudadanos, agentes implicados y a todos los organismos autonómicos afectados. Esta fase finaliza con la evaluación ambiental que marca las pautas para garantizar la sostenibilidad del futuro plan.

Versión inicial del plan: desarrollo técnico y normativo

Seleccionada la alternativa a desarrollar y las condiciones para hacerlo, se redacta una primera versión que será sometida nuevamente a consultas y a aprobación inicial por el pleno del ayuntamiento.

Incluye, además de la parte informativa, la justificación de las propuestas, informes de viabilidad, fichas de gestión y normas urbanísticas, todo ello recogido en documentos de texto y gráficos que reflejan el cumplimiento estricto de la legislación vigente en la Comunidad Valenciana referente a la ordenación del territorio, urbanismo y paisaje.

Versión final y aprobación definitiva

Tras la aprobación provisional y el periodo de exposición pública, el documento, que recogerá el resultado de las consultas realizadas, se remite a la administración autonómica para su aprobación definitiva.

La gestión urbanística

La transformación del suelo siguiendo las determinaciones de los planes aprobados se lleva a cabo a través de la gestión urbanística que permite materializar el planeamiento mediante los mecanismos previstos en la legislación vigente: programación de unidades de ejecución, redacción de proyectos de reparcelación, proyectos de urbanización, entre otros, abordados desde las máximas garantías legales y con criterios de sostenibilidad. Contáctanos para ampliar la información.

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