Ciudades y estrategia urbana

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Las estrategias de desarrollo urbano sostenible, tienen por objetivo la planificación de actuaciones de regeneración urbana para afrontar los retos que se plantean y transformarlos en oportunidades. Los grandes desafíos se relacionan con la adaptación al cambio climático, la cohesión social y la integración de la tecnología.

Los objetivos establecidos por la ONU en 2015 al adoptar la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, tienen su continuidad en la Agenda Europea y se asumen en el Plan de acción para la implementación de la Agenda 2030 del Gobierno de España.

La redacción de un Plan de regeneración refleja la necesidad de contar con un marco global de referencia que facilite la coordinación entre la actividad pública y la privada, involucrando a las diferentes áreas municipales, para conseguir objetivos de desarrollo sostenible en el conjunto del territorio.

Definirá líneas de actuación tanto para el tejido urbano como para el medio rural, para los edificios de vivienda y los equipamientos, el patrimonio y el paisaje, situando en primer plano las conexiones territoriales en todas las escalas así como los modos de crecimiento y ocupación del suelo.

Regenerar pasa por transformar, pero sobre todo por modificar hábitos y conductas en la esfera pública y privada y también la relación entre ambas, que no puede reducirse a la participación ciudadana en fase de detección de problemas y elaboración de propuestas. Los mecanismos de formación e información que se pongan en marcha para construir esta relación administración / ciudadano, constituyen en sí mismos una estrategia de regeneración.

Líneas estratégicas de estrategia urbana

El desarrollo territorial y el bienestar de sus habitantes estarán ligados de modo insoslayable a la sostenibilidad de las soluciones, la adaptación al cambio climático y el planteamiento de la actividad urbanística desde una perspectiva de género e inclusiva.

Será necesario acometerlo de modo transversal en cada una de las estrategias que se planteen y en cada uno de los proyectos que se lleven a cabo, manteniendo dinámicas que permitan actualizar las herramientas, evaluando resultados e incorporando nuevas necesidades y nuevos conocimientos o técnicas, cuando los procesos son prolongados.

Se trata de usar la tecnología y los datos para mejorar la eficiencia de los servicios urbanos, evitando la brecha digital y asegurando que la «ciudad inteligente» lo sea para el ciudadano.

Fases de la estrategia urbana

Los planes estratégicos se inician con una fase de análisis y diagnóstico que contiene la síntesis de los problemas y oportunidades presentes en el término municipal, lo que permite elaborar los objetivos específicos alineados con los ODS.

El estudio de datos cuantitativos (demografía, indicadores socioeconómicos, métricas ambientales) se combina con un análisis cualitativo del territorio. Se organizan reuniones con técnicos municipales y talleres participativos con la comunidad local para entender sus necesidades, aspiraciones y percepciones. El resultado es una «cartografía de oportunidades»: un documento visual y analítico que identifica los retos a superar y los activos latentes.

La siguiente es la fase de propuestas donde se definen la líneas de actuación y acciones que concretan las estrategias para llevar a cabo los objetivos de regeneración en todo el término municipal.

Se trata de proyectos con un grado de concreción diferente según el municipio en cuestión, pero que atienden sobre todos a grandes ejes estratégicos: ciudad construida eficiente, accesible y equilibrada; movilidad urbana sostenible; red de espacio urbano sostenible e inclusivo; prevención de riesgos y defensa frente al cambio climático; desarrollo urbanístico sostenible; protección y desarrollo sostenible del medio rural

Entre las líneas propuestas hay que abordar la jerarquización de acciones que actúen como motor, por ejemplo, para la regeneración de un barrio: la recuperación de espacio público para áreas de estancia y relación, la implantación de un equipamiento que cohesione a la población, la mejora de conexiones en modos activos con otros barrios y servicios…

Es importante la elaboración de un plan de evaluación, indicadores y seguimiento que sirva para conocer el nivel de aproximación a los objetivos planteados, mediante indicadores alineados con la Agenda Urbana Española y vinculados a los objetivos estratégicos y específicos de dicha agenda. Contáctanos para ampliar la información.

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